domingo, 23 de febrero de 2014

EL COMIENZO DE TODO

Nuestra historia con el linfoma comienza cuatro años atrás cuando Javi al notarse un bulto en el cuello va al otorrino. En ese momento este le manda un PAAF. Es decir, una extracción mediante una aguja fina. Y el PAAF da negativo en células cancerígenas. 
Días más tarde le vuelven a repetir la prueba esta vez con una ecografia además. Y vuelve a dar negativo. El patólogo determina que es un ganglio inflamado sin más.
En noviembre del 2013 empieza a notar un dolor de garganta que persiste, no se va. Vuelta al otorrino y vuelta al PAFF con ecografia. De nuevo, cuatro años después, vuelve a dar negativo en células cancerígenas. Pero esta vez el otorrino no se queda solo con eso y decide enviarle al hematólogo.
Y ahí comienza esta aventura de verdad. 
Nos atiende una chica joven pero muy preparada que nos pide muchas pruebas. Entre ellas un TAC y una biopsia.
Y es en la biopsia donde determina en enero de este año, que lo que tiene es un linfoma de Hodgkin en estadio IV. Quizás si hace cuatro años le hubieran derivado a un hematólogo el estadio sería menor.
Es importante saber que un PAAF en estos casos no es suficiente, no es fiable. 
Desde entonces nuestro día a día es un no parar de médicos. Un nuevo TAC, una extracción de médula osea, análisis...
Y el miércoles empezamos de verdad a pelear contra él. El miércoles es su primer día de quimio.